dimecres, 26 d’agost del 2015

UNA MISA DEL 64 EN LA MONTAÑA SOLLERICA

El articulo me fue publicado, en “Baleares”, de Palma de Mallorca, el viernes 3 de diciembre de 1993 y lo firmaba con mi nombre y apellidos de Joan Antoni Estades de Montcaire i Bisbal.
Contaba que: 
“ La recién elección – por parte del Consejo del Poder Judicial – del ilustrísimo señor magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, don Gerardo Thomás Andreu como presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, ha revivido en mi mente un hecho socioreligioso ocurrido treinta años atrás, y en el que se encontraba presente cierto joven de cabellos rizados, cuyo padre además de prestigioso jurista y magistrado, era profesor de cursillos de cristiandad. Un movimiento cristiano de apostolado seglar, nacido en Mallorca con carga tal vez de cerrilismo fanático en moral sexual y en oposición al uso público del mallorquín bastante negativa para nuestra Iglesia diocesana, pero también con la vertiente positiva de querer acercar más la juventud masculina de Mallorca a las prácticas y devociones religiosas  y despertar, en ella, la necesidad para todo cristiano,de llevar una vida de gracia consciente y cresciente.
Sería, allá, en mi pueblo, por el valle de Sóller, a mediados de mayo. Unas pocas semanas antes había fallecido , victima de cáncer, el padre de un amigo mío.Se trataba de un  hombre aún joven  Un campesino querido por sus conciudadanos, de quienes había sido, en ciertas ocasiones, alcalde accidental. Por desgracia las oraciones de sus familiares  - especialmente las de su hijo que entonces era cursillista -  y de sus amigos no lograron que pudiera alcanzarse su curación corporal pero sí propiciaron  que se fuera al otro mundo, con la conciencia tranquila del que ha cumplido sus deberes y esta en paz con el Creador y consigo mismo. He de reconocer que aquel hombre tuvo una muerte cristiana, ejemplar para quienes nos honramos en profesar la fe católica. Suya fue la muerte de un varón integro. A sus exequias concurrió todo el pueblo y gentes venidas de otras partes. Si se me perdona la comparación aquel fue el funeral del año en mi pueblo.
Un día me dicen:  “ Mañana  don Miguel Moncadas celebrará en Monnáber una misa por el alma del padre de nuestro amigo…..” Por aquellos días don Miguel, que luego sería obispo en la vecina y hermana isla de Menorca y en Solsona donde murió hace pocos años, era el director de la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales de Can Tàpara. El había asistido al difunto en su agonía, administrándole el sacramento de los enfermos y llevándole  - con toda solemnidad y recogimiento  - el santo viático. La celebración de aquella Eucaristía en el oratorio privado aquella finca – uno de los predios importantes de la Serra de Tramontana -  se debía principalmente al hecho de que el finado era el conductor o mayoral de la misma. Entre aquellos olivares y aquellos bosques, a la sombra  del  Puig Major , habían transcurrido muchas jornadas de trabajo, de ilusión y de esfuerzo para dar a los suyos , un mejor porvenir, una existencia más desahogada.Así  que a la hora que me indicaron, subí  con otros compañeros a aquel lugar que yo visitaba por primera vez y que durante siglos, había pertenecido a mis ancestros, siendo mi bisabuelo quien ochenta y dos años antes – lo había traspasado o vendido al abuelo del que era entonces su propietario, uno de estos indianos sollerenses  que, el siglo pasado, emigraron a las Antillas y que, al volver con dinero a la roqueta añorada adoptaban como suyos los comportamientos y esquemas mentales de la antigua aristocracia  payesa mallorquina. Mentiría si no confesara mi curiosidad por ver aquel sitio y debo reconocer que, pensando en los míos, en la historia de mi familia, me emocioné un poquito.
Don Miguel Moncadas celebró pues la misa y pronunció una breve y sentida plática, elogiando las cualidades morales y humanas del padre de mi amigo. Entre los asistentes  recuerdo haber visto , además de mi amigo, su madre, los señores de la finca, otras personas de Sóller y de Palma ( la mayoría vinculadas con el Movimiento de los cursillos de Cristiandad) . El pequeño oratorio estaba a tope, no cabía un alfiler.
Fue a la salida de aquella misa que me presentaron a un muchacho rubio de unos dieciocho años y de mediana estatura. Había – creo – hecho el ejercicio de los cursillos con mi aamigo y estudiaba en Zaragoza. Me lo presentaron como Gerardo Thomás, el hijo de magistrado y profesor de cursillos de cristiandad del mismo nombre y apellido que semanas  antes, había intervenido en una ultreya celebrada en la parroquia. Luego supe que era, también sobrino de don  Joan Maria Thomás Sabater , el insigne fundador de la Capella Mallorquina. Desde entonces no nos hemos vuelto a ver. Por los años “70”  y en casa de Francisca Bosch – cuando luchábamos  por la democracia -  una de sus hermanas me dijo que él ejercía de juez allá en la Península. Los otros avatares sobre su  carrera  profesional – la misma de su señor padre  fallecido, a los 80 años , en 1985 – me constan por lo dicho en los periódicos . Le recuerdo a pesar del tiempo pasado , como a un joven culto y de buenos modales.

Joan Antoni Estades de Montcaire i Bisbal.  


Jaume Antoni Reynés Alberti asi se llamaba la persona fallecida en 1964 y que era el conductor o mayoral del predio Monnáber en el municipio de Fornalutx. Contaba 48 años  cuando falleció el 22 de abril de aquel año. La parroquia de Fornalutx estaba entonces regentada por el reverendo Don Cristofol Trias Serra, de Sa Cabaneta.Marratxi que era el economo de la misma.

Don Miguel Moncadas que asistió espìritualmente al difunto Sr.Reynés Alberti en su agonía y celebró aquella misa en la finca de Monnáber entonces propiedad del ingeniero agronomo Don Bartomeu Colom Rotger, era natural de Muro (Mallorca) donde había nacido el 19 de septiembre de 1921.
Don Miquel Moncadas i Noguera sería obispo de Menorca entre 1969 ( o sea cinco años despues de los hechos que relato en el articulo que publicó Baleares) y 1977 en que fue trasladado a la sede epìscopal de Solsona donde falleció el 5 de agosto de 1989, Según da a entender la wikipedia en lengua catalana parece que allí destacaría como un obispo muy cercano al Concilio Vaticano II suprimiendo entre otras procesiones tradicionales la del Corpus. Los tiempos habían cambiado y en noviembre de 1975 había fallecido Franco.

Don Gerardo Maria Thomás Sabater - hermano del sacerdote Joan Maria fundador y director de la Capella Mallorquina, que era magistrado de la Audiencia Territorial de Baleares y que menciono en el articulo como el padre del joven que me presentaron en Monnàber como Gerardo Maria Thomas - había sido nombrado en 1954 subjefe provincial del Movimiento o sea lo que antes se conocía por Falange Española Tradicionalista y de las Jons. Conocida es la vinculación de los hijos de este magistrado con el partido comunista en Baleares. Esto explicaría la presencia de la hermana del joven estudiante de 1964 en casa de Francisca Bosch.

Francisca Bosch Bauzá (1932-1993) hija de un teniente de maquinas de la Marina Española que estuvo unos años destinado en la Estación Naval de Sóller era la principal dirigente y por tanto la secretaria general del Partido Comunista de España en Baleares durante algunos años del franqusmo ( clandestinamente desde luego) y los primeros de la transición. Conoci por vez primera a esta señora en Perpiñan en una entrevista con Don Carlos Hugo de Borbón-Parma y en la que estuvimos presentes comunistas y carlistas. Franco vivía aún.

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